Antes de comenzar a enumerar algunos consejos que ayuden a mitigar los efectos del bruxismo, es importante matizar que dependen por completo del estilo de vida y hábitos.
Igualmente, varían si la persona tiene bruxismo nocturno o diurno.
Es esencial que el paciente tome consciencia de su problema para buscar una solución que vaya encaminada a reducir el estrés o la ansiedad causante del rechinamiento:
Reducir la actividad a partir del atardecer.
Descansar entre 60 y 90 minutos antes de ir a dormir.
Tratar de no dedicar tiempo a pensar en preocupaciones antes de acostarte.
No realizar ejercicio físico después de las 18 horas. No obstante, sí conviene que se realice ejercicio durante el día para destensionar.
Evitar el café, té, alcohol y las comidas copiosas antes de dormir.
Intentar no fumar, o al menos reducir el consumo de cigarrillos, a partir de las 19 horas.
Crear un ambiente fresco, agradable y tranquilo en el dormitorio.
Además de favorecer la reducción del estrés y la ansiedad, también es aconsejable realizar una serie de acciones que ayudarán a calmar los dolores o a reducir las molestias derivadas del bruxismo:
Aplicar hielo o calor húmedo en la mandíbula para calmar el dolor.
Evitar comer alimentos muy duros para no forzar la mandíbula.
No masticar chicle.
Tomar mucha agua.
Realizar estiramientos de los músculos de la boca.
Mantener una dieta rica en calcio que ayude a proteger el esmalte.