Los pacientes con problemas ortodónticos pueden beneficiarse de estos tratamientos desde temprana edad. La edad ideal para ponerse brackets está entre los 10 y los 14 años, cuando la cabeza y la boca aún están en fase de crecimiento y es más fácil enderezar los dientes. Sin embargo, las modificaciones en la apariencia facial pueden ser traumáticas para los niños en esa delicada franja de edad, así que los padres deben hablar del tema con sus hijos antes de tomar la decisión. Hay que tener en cuenta que los brackets no son solo para niños. Cada día un mayor número de adultos lleva brackets para corregir problemas menores y mejorar sus sonrisas.